Tu lectura, bien protegida

Fundas para libros: cómo llevar tus lecturas a todas partes este verano

El verano invita a cambiar el ritmo. Es tiempo de escapadas, de tardes lentas, de momentos robados a la rutina para reconectar con lo esencial. Y para muchas lectoras, entre las que me incluyo, no hay mejor forma de acompañar esos instantes que con un buen libro.

Ya sea en la playa, en la piscina, en un viaje o simplemente en un parque cerca de casa, los libros suelen ser ese refugio silencioso que siempre está disponible. Sin embargo, cuando empezamos a movernos más, también aparecen los inconvenientes: esquinas dobladas, tapas dañadas, páginas arrugadas o mojadas. Quienes leemos con frecuencia fuera de casa sabemos lo fácil que es que nuestros libros sufran en el trayecto.

Ahí fue cuando, hace un tiempo, empecé a pensar que debía haber una forma de protegerlos sin tener que renunciar al estilo ni a la calidez de lo hecho a mano. Así nació Artemarmar, un pequeño proyecto artesanal que comenzó con una necesidad personal y que hoy crece gracias a otras lectoras que, como yo, quieren cuidar sus libros como se merecen.

Una funda que protege y acompaña

Las fundas para libros que diseño están pensadas para ofrecer protección real sin perder la belleza de lo artesanal. Cada una está confeccionada a mano, con telas de loneta que elijo personalmente. Me gustan especialmente los estampados florales y los tonos naturales, aunque siempre intento tener opciones para distintos gustos. Hay modelos que se cierran con botón y goma, y otros con lazo, pero todos llevan un interior acolchado que protege el libro incluso dentro de una mochila o una maleta.

El tamaño estándar está pensado para libros de hasta 21,5 cm de alto y 4 cm de grosor, lo que cubre la mayoría de ediciones de tapa blanda y tapa dura medianas. También puedo hacer fundas para libros más grandes o para lectores electrónicos bajo pedido.

Lo que hace especial a cada funda no es solo el cuidado con el que está hecha, sino también su carácter limitado. Trabajo con telas en pequeñas cantidades, lo que significa que cuando se agota una combinación, no se repite. De esta forma, cada funda es realmente única.

Funda para libros acolchada
Funda para libros acolchada

Leer en movimiento

Durante años utilicé el transporte público a diario para ir a clase, y recuerdo perfectamente la frustración de ver cómo mis libros terminaban arrugados al final del día. Por eso, cuando diseño cada funda pienso en la mujer que lee en el autobús, en el metro, en la sala de espera, o en el tren durante un viaje largo. Son lectoras que no necesitan grandes explicaciones para entender lo importante que es conservar un libro en buen estado.

Pero también pienso en las vacaciones, en los momentos de descanso que muchas reservamos para retomar esa lista de lecturas pendientes. Y en lo bien que sienta poder llevar un libro en la bolsa sin tener que preocuparse por cómo llegará a casa.

Para mí, una funda bonita que combine con el libro que estás leyendo no es solo un capricho estético, sino una forma de darle valor a ese objeto que tantas veces nos acompaña en silencio.

Una propuesta sencilla, pero con intención

En Artemarmar no se fabrican productos en serie. Cada funda nace de un proceso lento, manual, con materiales seleccionados con cariño. Quiero que cada persona que reciba una funda sienta que tiene entre manos algo especial, duradero y útil. Algo que no solo protege un libro, sino que también cuenta una pequeña historia: la tuya, la del libro, y la del momento en que ambos se encontraron.

Este verano, si estás pensando en hacer las maletas con un libro bajo el brazo, o si simplemente buscas una forma de cuidarlo durante tu día a día, tal vez una de estas fundas te acompañe.

En la tienda puedes ver los modelos disponibles en este momento. Y si buscas algo específico, puedes escribirme. Estaré encantada de ayudarte a encontrar la funda perfecta para tus lecturas de verano.

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